Yo no hago relaciones, las unicas personas en mi vida somos yo y mis amigos...

“La distinción entre lo real y lo imaginario no puede mantenerse con precisión… Todas las cosas que existen son… imaginarias”

lunes

tercera vida...

Tome tus manos y entrelace tus dedos con los míos ...
busque tu mirada, esos ojos de color indescifrables,
claros, puros,transparentes, me dejaron ver tu alma,
te desnudaste ante mi,
esa muralla que levantaste a otro cualquiera se derrumbo,
se desplomo, me dejaste ver tu esencia, a través de ellos...
te reconocí, si, eres tu, siempre te he buscado, siempre te esperé...
eres mi gitana... Siento tu timidez, desde el principio lo note,
y al sentirte temblar supe que también me reconociste...
si amor, soy yo, tu loba,
la que siempre estuviste esperando,
y que en momentos de desesperación, dudaste si vendría...
soy yo, a la que le diste tu pañuelo, para que lo ponga debajo de mi armadura,
justo sobre el corazón, para que al entrar en batalla,
ninguna lanza ni espada, le haga daño...
me golpearon, me quemaron, me cortaron...
pero mi corazón sigue intacto, ansioso, deseoso de volver a mi castillo
y reencontrarme con mi amada...
si amor, tu eres esa doncella y yo soy esa loba...
hoy, en este momento, en este lugar, nos reconocimos...

EL CANTO DEL LOBO

Te mueves, hermano lobo, donde se besan la luna y el bosque. Acaso por momentos, recuerdas tu nacimiento, la salida del vientre de tu madre. Aquella vez, los fríos dientes del viento mordían ramas y hojas que se movían en animada danza. Diste entonces tus iniciales pasos sobre la nieve. Alzaste tu hocico para abarcar el cielo, con una primera mirada. Pero, desde entonces, rara vez contemplas la bóveda completa. Porque siempre están cerca de ti el alma de madera de los árboles, y los senderos que zizaguean como serpientes barnizadas de penumbras.

Mientras gobierna el sol, las paredes de tu verdadero cielo son la maleza, las piedras y los arroyos. Y en el techo de tu firmamento hay de nuevo bosque, nubes que son cabelleras de ramas y hojas. Pero, quizá, en la noche, las nubes de hojas que se suspenden en las copas, se elevan. Y entonces ves la cúpula inmensa. Y tus ojos arden cerca de los cuarzos de fuego, oscilantes. Sin fin. De las astros. Y ella, la mujer secreta, la mujer nocturna, te incendia de fascinación. Ella...

¿Cuántas veces ya la has mirado a Ella? En la noche atiborrada de nubes, o caldeada de estrellas. Y cuántas veces, mientras Ella riega una parcela del cielo con rocas de plata y enigma, tú te unes a la manada, como ahora lo haces. Y con los otros seres de tu especie, exhalas aullidos y símbolos.

Y junto con la manada, escuchas al más anciano de tus congéneres. De su garganta vetusta emana un canto. Que resuena como un cuerno de caza. Y entonces corres. Corres. En tu boca entreabierta, bullen futuros aullidos. Y tú, y tus hermanos, la siguen a Ella, cuando Ella grita luz en las alturas nocturnas o cuando recorre veloz el bosque.

Y entonces toda la manada se detiene. Y en misteriosa conjunción de voces, cantan. Cantan. ¿Acaso le cantan a Ella? ¿Le cantas a Ella, lobo apasionado?

¿Por qué cantas animal del bosque? ¿Por qué haces rodar los soles de tu soledad sobre las tierras heladas mientras te mueves con el viento para, junto con la manada, llegar a otro lugar donde debes cantar? Cantar...Cantar..¿Qué hay en tu canto? Déjame entrever, en alguna noche de pinos y follaje, las campanas que repiquetean en tu cantar animal. Animal eres: inteligencia que piensa desde la sensación viva.

Tal vez tendría que seguir con obstinación, sin temor a la locura, a una nube que vuela ahora sobre la ciudad. Y que se dirige, sé que así es, hacia tu reino, lobo, hermano animal. Tu hogar: un mar de olas vegetales. Flujos de savia, claroscuros y sonidos. De aves y viento. Que te aman. A los que tú amas, hermano animal.

Sí, quizá debería ser nube, delicadeza líquida que desciende. Lluvia que desciende sobre el bosque. Así me imagino. Y mientras soy esa nubosidad y las gotas que se precipitan, entro en el bosque. En la noche. Y, entonces, te descubro entre el arroyo y el árbol. Y soy, imagino ser, la polifonía de la lluvia. Su crepitar constante es la caricia de un frescor vivo, profundo. Y te percibo cerca, hermano mío. Te has separado de tu manada. Respiras ahora con un aire más viejo que los mares. Una todavía callada emoción esculpe el rostro de tus antepasados en tu piel.

Y caminas ya bajo el susurro de las gotas. En el bosque. Hondo. Hondo. Y yo, gota que soy, que imagino ser, me escribo cayendo lenta. Pues quiero contemplarte más, hermano animal. Quiero contemplar tus huellas; tu anatomía empapada que arrastra las sombras de los robles; tus ojos de luz extraña que perciben árboles y misterios. Que no existen para el humano.

Y cuando estoy tan cerca de golpear la nieve, palpito en ti, criatura lejana, enigmática. Que creas una música más inquietante que la del violín o el tambor. Y caigo al fin sobre la nieve del bosque. El bosque que conozco, el que imagino. No el tuyo que mi especie no puede presentir ni sospechar. Y entonces, ¿acaso Ella está cerca, en el cielo o en la tierra? ¿Es por eso que comienzas a cantar?

Y escucho tus cantos. Tus cantos: quejidos, himnos o melodías que tallan altares. ¿A qué fuerza veneras en tu templo nocturno? ¿De qué culto eres sacerdote? ¿Cómo nadar en los lagos pintados de noche que vibran en tu voz? ¿Por qué no te compadeces de mí, de la angustia de no ser tu destino de centinela del bosque que bebe plateadas bebidas de luna? ¿Hasta cuándo, asombrado, preguntaré por tu canto, lobo salvaje?

Quizá, mientras soy agua, lluvia y nieve, tú me enseñes a fundirme con la fogata de tu voz. Quizá, a pesar de todo, ya canto contigo. ¿No será que ya las has convencido a Ella para que me acepte como el hermano de tu magia?

Quizá gracias a ti, la siento a Ella. La percibo mientras brilla y corre. Y escucho que me dices: venera a aquella mujer, que medita y nos imagina. Desde el firmamento y el espinazo de la madera.

Y junto contigo, le canto a Ella, mi hermano animal. Soy tan parecido a ti. Lo mismo que tú, persigo el magma y el misterio. Sí, por eso, contigo, hermano lobo, otra vez canto. Otra vez, concédeme el don de cantar con tu voz. En el bosque y la noche.

domingo

Segunda vida...

Te doy mi mano, y salimos fuera del castillo, hullendo del calabozo; las dos cabalgando… Todas mis pertenencias valieron solo un par de caballos de guerra; tu cojes el negro y tus cabellos al viento, tú vestido negro, una noche de luna hermosa, estabas radiante, luminosa, celestial…
Conquistamos la verde pradera, pero a medida que avanzamos el cielo se aclara… parecería como que el día se roba la magia y abre sus fauces, pero todavía no es su hora, es el humo negro el que diluye los rayos del sol, el que apaga el celeste del cielo… veo tu rostro preocupado, te digo “no temas, estas conmigo”, seguimos avanzando, de pronto se abre ante nosotros un paisaje desolador, terrible, como salido del mismo infierno, fuego, cadáveres, animales carroñeros haciendo su festín… en tu rostro se refleja el horror, bajamos, nos quedamos a pie, te acercas, te abrazas a mi, te siento temblar, tus ojos me miran diciendo “porque me has traído aquí” como te conozco, nos conocemos, te digo “estos ultimos años has estado en el castillo, no has salido de él, no conoces lo que es el horror de las nuevas guerras, la miseria, el campo de batalla, este lugar donde afloran los sentimientos mas opuestos, lealtad y deber con tus compañeros y odio y muerte sin piedad a tus enemigos…”
Quería traerte para que veas esto, para lo conozcas, a veces a mi me cansa, me angustia, no se hasta cuando los hombres pelearemos, destruiremos, seguiremos derramando sangre… muchas veces me pregunto si esto tiene sentido, si tendrá algún sentido… si así realmente se logrará algo…
Por ahora lo único que pienso al entrar en batalla, es salir viva para volver a tus brazos, a la calidez de tu cuerpo, a tu amor incondicional, a tu ser de luz, eres lo único por lo cual quiero seguir viviendo… después de haber sentido tanto dolor al perderlo cuando no volviste, después de tanto sufrimiento vivido e infligido a mis enemigos… que duro es esto, solo tu me das fuerzas… Perdón por traerte aquí mi amada, pero quería que conocieras esta miseria, este dolor, este sufrimiento que muchas veces vivo… cada vez que volvia a casa, tu en sueños venias a mi y me colmabas de amor y cariño, siempre sacas lo mejor de mi, ves mi luz, ves mi alma a través de mis ojos, me ves a mi, pero quiero que veas también que soy un lobo, una guerrera, y que tengo mis defectos, mis mezquindades, mis sombras… no me idealices amor, solo soy una chica… tu chica…


...ahora avanzemos, debemos llegar hjasta los gitanos. Con tu familia, pero recuerda que sigo siendo una Gaidé y si alguien me pone una navaja en el cuello no hare menos que devolverle el favor...

Nuestra verdadera naturaleza

La noche anterior a la batalla, rueda de fuego, todos alrededor de la hoguera... cuentos y relatos para hacer mas llevaderas las horas previas al encuentro con el enemigo... al encuentro quizas con nuestra propia muerte... esta es una de esas historias...

...Tikaany, era la custodia del bosque, conocía cada recoveco, de ese lugar encantado, energético y casi mágico… también conocía a cada una de las criaturas que lo habitaban, lugares con luz y lugares oscuros, lúgubres… por todos sus senderos había transitado…

Cuando salía del bosque, corría entusiasmada por la verde pradera, siempre fue libre, pero saboreaba cada instante del andar sin rumbo fijo… cada vez que se liberaba en la pradera, miraba al cielo y veía en lo alto volar una águila, majestuosa, imponente, su gran pico dorado que muchas veces la encandilaba…

Cierto día, el águila apoyo sus garras en el suelo y Tikaany, no dejo pasar la oportunidad, y aunque desconfiando un poco se acercó.
-Amigo lobo, te veo correr a tus anchas por el campo- dijo el águila- pero cuando entras al bosque solo te retengo en mi imaginación…
-El bosque es mi hogar, águila, -dijo Tikaany.
-Sabes, no conozco el bosque, y es tan impenetrable su vegetación, que desde lo alto no veo nada… a lo que agrego, recién te conozco y me inspiras confianza amiga, ¿te puedo pedir algo?
-Claro- respondió Tikaany
-¿Me llevarías a conocer el bosque?
-Sígueme, respondió y se puso en marcha….

Por el tipo de vegetación, el águila no podía volar dentro del bosque, no podría desplegar sus alas, por lo que, caminando al lado del lobo, ingresaron de a poco en él. Todo lo que allí vio, era nuevo para ella, animales que no conocía, vegetación de mil colores, que desde lo alto no se distinguía, era un mundo ignorado por ella, un mundo misterioso que se desnudaba ante sus ojos… Tikaany la miraba y notaba la cara de asombro de su compañera, casi de alucinación pensaba… pero también noto que su viaje se hacia lento, las distancias se estiraban, pero respetó el ritmo de su nueva compañera, no acostumbrada a caminar por la tierra…. Como en este bosque misterioso, el tiempo es una quimera, ninguno de los dos podría decir cuanto demoraron en recorrerlo.
-Gracias amiga, me has mostrado cosas nuevas, hoy he recibido una lección… se hizo un silencio, que el lobo interrumpió diciendo
-¿Puedo pedirte algo águila?
-Por supuesto que si compañera
-¿Me llevarías a tu cielo, me dejarías volar a tu lado? Liberar la imaginación, soñar, mirar el bosque y la pradera desde otra perspectiva… tocar las nubes y estar más cerca del sol…
-Lo intentaré amigo mío, respondió el águila.
Tikaany entusiasmada agrego:
-...quisiera disfrutar de esa libertad que tu gozas todos los días amiga, esa supremacía en lo alto…
El águila clavo las garras en su lomo, y comenzó a levantarla vuelo… Tikaany sintió el dolor al desgarrarse su piel, pero la aventura, bien valía la pena… Desde lo alto pudo ver el bosque como jamás lo había imaginado, vio la pradera y los dibujos que formaban sus arroyos al recorrerla, todo era nuevo y su espíritu se exaltaba… Ella lo miraba y notaba su cara de asombro… pero también notó, que sus alas, aunque fuertes, estaban debilitadas, luego de un tiempo, dejo al lobo en la pradera y se saludaron. El águila levanto vuelo buscando el sol, el lobo caminó hacia el bosque…. Mientras lo hacia, el lobo pensaba, “en el bosque, caminar con ella, me retrasaba y cuando fuimos al cielo, al llevarme, no podía volar libremente…” “una sabia decisión es reconocer y respetar nuestra propia naturaleza… cada uno se mueve en su mundo, es conocedor y libre en él…” “de todas formas, hoy he encontrado una gran amiga, una compañera de viaje…” al entrar al bosque, dejo de ver el cielo, y no pudo observar al águila volando, mirándolo de lo alto, pensando exactamente lo mismo que él…




Dedicado a un espiritu libre y soñador, el cual me enseño muchas cosas que no olvidare nunca porque ella no me permitira olvidarlo ¿verdad Luah?...

Mi espiritú...

El lobo domina el arte de enseñar y aprender…
Es un clarividente natural, que sabe ver en la oscuridad y el mas allá.
Guerrero feroz, se mueve a sus anchas entre los mundos invisibles.
Conductor y protector de almas, guía...
Se enfrenta a su propio ciclo con dignidad y valentía, la muerte y el renacimiento, la enseñanza del Espíritu, la guía en los sueños y las meditaciones, el instinto ligado a la inteligencia, los valores sociales y familiares, la astucia sobre el enemigo, la habilidad de pasar desapercibido, la constancia, la destreza de protegerse a sí mismo y a su familia, la habilidad de aprovechar los cambios.

Verte dormir...

Me gusta verte dormir;
es tan especial.
Luces tan inocente
y a la vez tan fuerte...

Me dejas acariciar tu rostro
a diario, pero lo prefiero
cuando te estas abandonando
al sueño y a Morfeo...

Esa imagen de ti,
no se difumina
y con un suspiro a media siesta,
me logras hechizar,
porque te vez tan tranquila...

Quizá porque estas en los brazos
de quien te ama más,
pero tu perfume hace
que un instante valga
más que una eternidad...

Eres mi canción de noviermbre,
tu que me dejas protejerte
y te sientes segura
e increiblemente bella.

En mi pecho echaste
raiz para enamorarme
y dejar tu huella.

Mientras duermes junto a mi,
siento en la piel
cosas que ni te imaginas.
¿Como lo logras?

Es que no me cabe en el cuerpo
tanto amor por ti,
con tus sueños vas de a poco
acariciandome el pelo.

Verte dormir,
siempre me va a complacer.
No se que sueñas,
es que eres dulce cual perversa,
mucho mas diversa
que mis fantasías...

Verte dormir,
es tan diferente
que el mundo le teme
a lo que no entiende,
aunque sea tu tranquilidad...

Te quieren ocultar,
que no te vea,
pero ¿como ocultas esa belleza?
si el viento que te toca es melodia
y embriagante tu aroma;
hueles cvomo a poesia.

Haces dudar mi fe
y tu aqui, un pedacito
de vida buscando compañia...

Me gusta verte dormir;
ahora mi doncella vives
en la mente que hechizaste,
al menos por este día,
pues en verdad no lo veo a diario.

Me gusta verte dormir;
abandonarte a tus sueños,
tu niña dulce cual perversa,
yo te cuidi y no es fantasía.
Pues alguien asi se ama
para siempre y bien...

viernes

La loba abrio sus ojos...

El bosque amanece húmedo, fragante de mezclas de hierbas y férreas maderas...
Gigantes del lugar, enanas del tiempo. La luna había saludado desde las copas y en el cielo limpio, sólo eso... cielo y algunas mínimas estrellas apagándose inconscientes.El lobo abrió sus ojos.
Eternidad de luces... no recordaba nada de lo que había pasado, ya no estaba en mi bosque, la memoria desapareció en el tiempo, soy una loba? Soy yo?
De a poco me voy recobrando, voy sintiendo mi cuerpo, todas y cada una de sus partes, quiero moverme pero no puedo, muy lentamente, voy recobrando fuerzas y ese lobo que llevo adentro me impulsa a escrutar todo el lugar, no puedo darme cuenta donde estoy, esta en penumbras y veo signos que no reconozco dibujados en las paredes, me quiero levantar, creo desfallecer, la oscuridad se apodera de mi, todo es negro como la noche cerrada sedienta de luna…
Cuando abro los ojos nuevamente me siento mejor, quizás hayan pasado días, semanas, sigo sin saber a donde estoy, pero he recobrado fuerzas, me encuentro sobre un lecho de pieles, a mi lado hay una hoguera, instintivamente busco mi navaja, pero me doy cuenta que estoy desnuda, sin ella, me siento mas desnuda aún… me tranquiliza un poco ver que no hay nadie, estoy como en una cueva, una gruta en la piedra fría y gris, de a poco me levanto, me guía la luz que desde el exterior invade el lugar, la busco, la ansío.
Al salir me quema los ojos, por mucho tiempo los mantengo cerrados, hasta que muy de poco los entreabro, sin llegar a ver nada, esas mil agujas que se clavaron en mis ojos, no me han dejado utilizar mis otros sentidos, y por ello no repare en el sonido de las olas del mar… mar?
Donde estoy, ya recobrada la vista, veo un hermoso mar en todas las combinaciones de azul, blancas y salvajes olas, no lo dudo, esta fresco pero corro hacia él y me pierdo en sus frías aguas…

martes

Una historia para dormir...

"En la tribu india de los "Nantu" vivía, hace tiempo, una joven que se llamaba Luna. Era una muchacha preciosa de piel morena, largos cabellos negros y mirada sencilla y sincera.

Luna, que era muy alegre, vivía con sus padres en el poblado y todos la querían mucho porqué era amable, sincera, inteligente y sabía escuchar. Le gustaba mucho estar con sus amigos, jugar y reír.

Un día, mientras lavaba ropa en el río con unas amigas , pasó por allí un grupo de muchachos de una tribu amiga: los "Aradok". Uno de ellos se llamaba Lobo. Era guapo, leal, valiente e inteligente y sus amigos le querían mucho. Lobo era el hijo del jefe de la tribu y pronto él mismo sería el nuevo jefe.

Cuando Luna y Lobo se vieron se enamoraron totalmente. Como a los dos les daba vergüenza no se dijeron nada, pero se hicieron amigos; cada vez pasaban más tiempo juntos. Al ver que se querían mucho, pasado un tiempo, iniciaron el noviazgo y más tarde decidieron casarse. La boda sería la próxima primavera.

En los dos poblados todos estaban muy contentos y se iniciaron los preparativos para la fiesta.

Antes de la boda Lobo tenía que ir a las Montañas-Doradas. Según la tradición de la tribu debía confeccionar allí el amuleto de la familia que se iniciaba con la boda. Aquel tótem sólo puede tallarse con madera del Árbol Sagrado que únicamente crece en aquellas montañas. Lobo debía estar durante quince días trabajando, orando, y comiendo sólo plantas y frutos silvestres. Se fue de madrugada y cabalgó durante dos días hasta llegar.

Mientras tanto Luna hacía los preparativos para la boda y pensaba en su amado.

Pero sucedió que un día cayó un animal en el pozo que abastecía el poblado de los "Nantu". El animal se ahogó y el cuerpo se pudrió en el agua envenenándola.

Como nadie lo sabía continuaron bebiendo, pese a que el agua tenía un gusto extraño. Se pusieron enfermos y muchos murieron

Cuando Lobo regresó con el amuleto acabado, contento porqué pronto se casaria con Luna, se encontró con lo que había sucedido: en el poblado sólo se oían llantos, lamentos y cantos fúnebres por los que habían muerto. Lobo, angustiado, corrió al tipi de Luna, pero ya no podía hacer nada: su amada acababa de morir envenenada por el agua.

Cogió el cuerpo, y llorando, lo llevó junto al árbol más bello del bosque. Allí, bajo el Gran Roble, la enterró y con ella el tótem de la familia que ya no tendrían.

A partir de entonces Lobo cambió. Se volvió triste y siempre estaba solo. Tanto que la gente de su poblado le cambió el nombre por el de Lobo-Solitario.

y dicen que cada 28 días, cuando la luna se ve más brillante, Lobo-Solitario subía encima de una colina a cantar a su amada Luna.

Dicen también que mientras haya gente en el mundo que se quiera habrá lobos Solitarios que, cada 28 días, cantan a la luna Llena".