Dicen que el amarte es un pecado,
que el soñar contigo es un delito.
Que mi pasión solo merece prisión,
y como sentencia: 100 años sin verte.
Entonces, soy la culpable, lo admito,
que tan solo por quererte,
me den la pena de muerte.
La frontera entre lo posible y lo imposible, no para de moverse; justo ahora seria algo dificil de decir si lo que esta sucediendo es real o no...
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