Rojas como el cielo sin sol cuando se aleja y se marcha.
Abriendo tu boca, quebrando el silencio, lanzando clavos al espacio,
clavos que sujetan y sangran mi alma y hacen mas rojos tus labios.
Tu aliento de menta con cigarro,
Me avisa que mientes, que ocultas algo. Puertas cerradas…
tal si fueran delicados pétalos de un capullo escondido,
y misterioso como tu sexo.
Sin embargo bésame, ciégame con esos labios, que nuestras lenguas jueguen como dos niños huérfanos, como mariposas con alas rotas.
Resucítame,
Como si fuera un pecado que nos salvara de la muerte.
Así concluiremos la tregua con un beso,
De lo que iniciamos con una simple mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario