Yo no hago relaciones, las unicas personas en mi vida somos yo y mis amigos...

“La distinción entre lo real y lo imaginario no puede mantenerse con precisión… Todas las cosas que existen son… imaginarias”

sábado

Pensamientos...

Bajo la eterna lluvia del abandono
el gélido viento de la soledad me cala.
La melancolía me acosa como un cuervo.
La rosa en mis manos se marchita por el pesar que emano.
A mí alrededor todo es sombras y siluetas deformes.
Vivo sólo porque respiro.
No siento nada, mas que el dolor que traigo.
Es una carga pesada, pero me he habituado a ella.
Caen gotas de tristeza y aflicción,
resbalan por mi piel fría cual hielo.

Los ojos que una vez brillaban de alegría se han apagado.
Aquel que los mire solo se encontrará frente a un abismo de tormento.
Pero, ¿quién quisiera verlos?
Además, no me interesa que alguien sepa mi sufrir.
La farsa que vivimos, una obra de teatro;
personajes principales, varios.
Yo, solo una lupi.
Una sonrisa frente a los demás y,
aunque mi alma se quiebre,
nadie se percatará de ello.

Nada oigo, únicamente el lento palpitar de un agonizante corazón.
Cada latido... más razones para anhelar el olvido.
Una separación me ha marcado.
La indiferencia acabó por apedrearme.
Los huesos en mí, las cicatrizes, la sangre;
son vestigios de mi pasado pasado.

Ahora, sólo un ánima,
un espectro,
nada más.

Vago por mi existencia como una sombría aparición.
Una criatura del siniestro, lúgubre reino del Sentir.
Soñé siempre el poder atravesarlo,
y hoy desearía jamás haberlo hecho.
Mis acompañantes me abandonaron desde el principio del camino.
Sola y perdida mi persona,
fue cuestión de tiempo encontrar el cruce hacia la Sumisión.

Conozco el espacio y no salgo del paraje.
¿En verdad quiero eso?
Tan habituada estoy al lugar que me turba la idea de dejarlo.
Viajaré perpetuamente entonces.
Recorreré el terreno de mi hogar,
el impetuoso clima de sensaciones.

Por siempre tendré una labor.
Mi único deseo,
que al final la llama que aun enciende en dentro mío me consuma.

El fuego acabara con esta funesta vida de una vez por todas.
Arderé mientras un mudo sonido,
que hace mucho no brotaba, escapa de mis labios;
una risa.

Así, este cuerpo calcinado y seco dará un último paso...
y la brisa de la Paz soplará las cenizas por los aires.

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