Amor de escritor...

Yo a veces pienso en Alma,
no en ella como en un poema,
ni en el pantalón negro que siempre usa,
que se ajusta perfectamente sobre sus piernas, 
ni en sus bellos ojos anaranjados,
por donde se filtra el sol,
y luego solo se desvanece.
Si no que pienso en Alma,
como lo que hay detrás de cada poema.
Detrás de cada poema,
hay una jauría de lobos salvajes,
que son más hermosos que la muerte.
Detrás de cada poema,
hay un escritor con la vida en un hilo, 
que espera paciente con su pluma,
la llegada de su musa,
que un día habrá de regalarle sin pena,
una dosis de belleza.
Yo a veces pienso en Alma,
y en el verano como un tatuaje tribal,
en el corazón de todos los escritores.
Versos y prosas son solo borrones,
que se pierden a lo largo del papiro,
imágenes y palabras repetidas,
como en un pequeño espacio en blanco,
no lo es su nariz,
no lo son tampoco los labios,
ni la sintaxis de su ropa interior,
mucho menos aquellas noches. 
En un poema es la palabra "amor"
y será siempre la punta de la espina,
por la que al final solo yo viviré.